A Tarifa me acompañaron muchos libros. Cada foto me ha evocado algo que leí, o releí, esos días. Así se queda el recuerdo…

Me gustan estas travesías del canal en temporada baja. De jóvenes solemos preferir los meses vulgares, la plena temporada. A medida que envejecemos, vamos aprendiendo a gustar de las épocas intermedias, de los meses indecisos. Quizá sea una forma de reconocer que las cosas jamás volverán a tener su antigua certeza. O quizá no sea más que una forma de reconocer que nos gustan más los transbordadores que van medio vacíos.
(El loro de Flaubert, Julian Barnes – Ed. 50Anagrama)

Señora Macbeth: “Pero ten aspecto sereno: cambiar de aspecto, siempre es temer: déjame a mí todo lo demás”.
(Macbeth, William Shakespeare – Ed. Planeta)

My own song
No quiero ser
como vosotros me queréis
no quiero ser vosotros
como vosotros queréis
no quiero ser como vosotros
como vosotros queréis
no quiero ser como vosotros sois
como vosotros queréis
no quiero ser como vosotros queréis ser
como vosotros queréis
no como vosotros queréis
como quiero ser quiero ser
no como vosotros me queréis
como soy quiero ser
no como vosotros queréis
como yo quiero ser
no como vosotros queréis
yo quiero ser yo
no como vosotros queréis quiero ser
quiero ser
(Si no puede hacer nada por su cabeza, al menos arréglese la gorra. Antología 1952 -1989, Ernst Jandl – Ed. Arrebato Libros)

La verdad es un mar de briznas de hierba que se mece al viento; quiere ser sentida como movimiento e inhalada como respiración. Solamente es una roca para quien no la siente ni respira; y éste deberá golpearse la cabeza contra ella hasta que sangre
(Apuntes 1. Obra completa 7, Elías Canetti – Ed. Debolsillo Contemporánea)

Pensaba en mi vida anterior, en la ciudad a la que iba todos los días, en el camino que llevaba a la ciudad y que había recorrido en todas las estaciones, durante tantos años. Recordaba bien aquel camino que llevaba a la ciudad y que había recorrido todas las estaciones, durante tantos años. Recordaba bien aquel camino, los montones de piedras, los setos, el río que aparecía de pronto y el concurrido puente que llevaba a la plaza mayor. En la ciudad se podían comprar almendras saladas, helados, se podían mirar escaparates y estaba el Nini, que salía de la fábrica, y Antonietta, que reñía a su empleado, y Azalea, que esperaba a su amante y quizá se iba a Las Lunas con él. Pero yo me sentía lejos de la ciudad, de Las Lunas, del Nini, y pensaba con asombro en todas esas cosas.
(El camino que va a la ciudad y otros relatos, Natalia Ginzburg – Ed. Acantilado)

…
El vi no bull a les copes.
La vida és una carta sense sobre.
Ciutat i mar deixen diners a canvi.
Els cinc sentits són sobres sense carta,
Una esquerda s’eixampla, i ve de l’aire
un tros de ram. Els rocs no tenen porta.
…
(Poema: Natura Morta, de Joan Brossa – Poemes transgredits, Joan Brossa – Ed. Nordica Libros)

¿Qué es la escultura? La escultura es la posibilidad de que un elemento físico pueda hablar de la atracción, de la intangibilidad de las cosas, es una contradicción. A menudo he citado a Macbeth de Shakespeare al respecto; el personaje mata a un rey que es un cuerpo físico, pero al final comprende que no ha matado a un rey sino que ha matado la posibilidad de dormir. Y eso es la escultura en estado puro. Soy un escultor muy clásico, la escultura no es simplemente una cosa física, no es una cuestión de peso, de medida y de escala. La escultura es una cuestión de energía, de tempo. Ese tempo y esa vibración que emanan de los objetos como una energía, son como el flujo, como la sangre que circula y que, aunque no se vea, está presente, y creo que existe en todas partes. Es una idea que siempre me ha gustado. La escultura no es un problema material, no es un problema físico, no es un problema de fabricación de objetos, la escultura es una actitud.
(El corazón secreto. Entrevistas, Jaume Plensa – Ed. Paidós)

…
El jardín y la casa cercana
donde pían los pájaros en las enredaderas,
una tarde de agosto, cuando va a oscurecer
y se tiene aún el libro en la mano,
eran, me acuerdo, símbolo tuyo de la muerte.
Ojalá en el infierno
de tus últimos días te diera esta visión
un poco de dulzura, aunque no lo creo.
…
(Poema: Después de la muerte, de Jaime Gil de Biedma- Amor más poderoso que la vida, Jaime Gil de Biedma – Ed. Poesía portátil)

En la literatura y la música
el amor suele expresarse
en las imágenes
del clima. Por ejemplo,
“Ahora que somos uno
Las nubes no esconderán nuestro sol.
Habrá cielos azules…
etc“. Parcialmente nublado
y fresco hoy, máximas
de quince, mayormente
nublado esta noche y mañana
(Tres poemitas, de Ron Padgett – Cómo ser perfecto, Ron Padgett. Kriller71ediciones)

Las cosas, cuando terminan, parecen ordenarse, encontrar su destino. Entonces empieza la distancia, se empieza a ver el dibujo total, la perspectiva invisible en la que estábamos metidos. Yo creo en el destino sólo cuando miro hacia atrás. Cuando miro hacia delante creo (quiero creer) en la libertad. Los finales, buenos o malos, tristes o felices, abiertos o cerrados, siempre perfeccionan, mejoran, dan un sentido a lo que parecía no tenerlo.
(Maniobras de evasión, Pedro Mairal – Ed. Libros del Asteroide)
Querida Pita, un placer leerte, yo también creo en la libertad, el pasado son recuerdos, el futuro podemos imaginarlo como nos parezca.
Te deseo un futuro con un final muy, muy feliz.
Un besote muy grande.
Carmentxu
Gracias enormes carmentxu, el futuro veremos cómo va. De momento, compartamos muchos ratos de presente felices (y los que no lo sean) 🙂
Besitos grandes para ti!!!!!