Desde hace unas pocas semanas (y no más, porque es lo que lleva en antena) sigo La Nube, programa que los jueves a las 23h. (si estás de copas, al día siguiente lo ves en la web de TVE) emite La2 (invoco al Ser Divino para que el odioso share no decida fusilarlo) y que trata de nuevas tecnologías. En un primer momento, al margen del tema, que disponde de mi atención por eso de ser más sabia y estar al día, el atractivo principal era que lo presentara Toni Garrido, quien me tiene ampliamente cautivada (con menos intensidad, por supuesto, que Ricardo Darín, David Trueba, o algún que otro personaje más).
El programa, hasta la fecha, y al margen de ciertos fallos curiosamente tecnológicos se configura como un must a seguir. De forma natural consigue combinar el inquietante aspecto techy con la vida real, obligándote a reflexionar sobre la ya indivisible relación entre la fría tecnología y el irracional ser humano, los entrevistados (demasiado fugaces) son caras conocidas y de calidad de sectores ajenos, al tiempo que se sientan en los informales sofás expertos e innovadores en la materia. Cuando oyes (lo más interesante es la mesa redonda posterior que hay que seguir en streaming desde el ordenador) especialmente a estos últimos, te da la sensación de que el mundo permuta a golpe de bits, y que si no te acomodas de forma confortable en la nave de las redes sociales, los ebooks, smartephones y lo que se cocine en Silicon Valley vas a ser un infeliz porque te alejas de eso que con solemnidad llamamos modernidad. Hemos llegado al futuro, y al límite del progreso se le están cayendo las letras. Pero la realidad aparece de nuevo cuando apagamos la televisión o cerramos el ordenador, cuando al arroparnos con las sábanas nos sacude la angustia por la siguiente nómina (si es que se tiene), cuando el stress laboral al que andamos sometidos nos hace despertarnos una y otra vez, cuando las ovejas se convierten en números que intentan calcular cómo reducir el hilado excel del mes. Un presente cada vez más recortado, que por supuesto compartiremos a través de estados mordaces en Facebook y quejas irónicas de 140 caracteres.
Días atrás, a través de la Fundación Mapfre, he contemplado un par de exquisitas exposiciones fotográficas de dos figuras relevantes de principios de siglo XX, el americano Lewis Hine, y el alemán con desarrollo en UK, E.O Hoppé. Ambos fotógrafos, especialmente Hine ya que Hoppé triunfó más como la Leibovitz de su época, fueron reconocidos por sus retratos sociales, por sus imágenes como testimonio de las desigualdades de la época, como denuncias de las condiciones laborales imperantes en el primer tercio de mil novecientos. Como si los conocieras, delante de cada una de sus fotografías, entablas contacto con esos inmigrantes de la isla de Ellis obligados a compartir habitación, con esos niños explotados que te miran suplicando ayuda, y con esos obreros que en la cuerda floja elevaban el Empire States.
Y te das cuenta de que no, de que no estamos tan lejos de esas tomas. Antes era en blanco y negro y hoy nos visualizamos en color (cada vez más pálidos, esos sí). Avanzamos gracias a la tecnología, como hace un siglo lo hicimos gracias a las máquinas, pero nos siguen oliendo mal esos inmigrantes que llegan para saquearnos el trabajo e instalarse con su cultura, mientras nosotros nos convertimos en ellos volando a otros países en busca de suerte, amanecemos con las mismas caras de preocupación que esos yanquees de ojos perforados sometidos al poder de las máquinas, y nos lanzamos a la calle, hoy ya instalada en una nube, para compartir nuestra indignación, o simplemente evitar la soledad.
El jueves próximo tendré de nuevo cita con Toni Garrido. Estaré más al día, y seré más moderna. Pero en mi cabeza suena con fuerza el hoy ya todo un claim de Lampedusa: …es necesario que todo cambie, para que todo siga igual….
P.D.: para saber más de nuevas tecnologías también hay otra forma. También cada jueves; a las 22:30h., escuchando el programa El Cielo desde un Cubo (107.0 FM), o desde la web de infoprisión: http://www.infoprision.com/radio-infoprision (pestaña nuevas tecnologías)
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