Decía Flaubert que para que una cosa fuera interesante, bastaba con mirarla durante mucho tiempo. Desconozco si alguna vez definió el mucho, pero desde luego, nada se convierte en algo sin haberle regalado el tiempo que necesita.
Regalar, sí. Porque previamente se alinean en primera posición las obligaciones profesionales, o las tareas domésticas, o esa cena con aquellos, que nos apetecerá más o menos, pero a la que acudiremos obligados por la inercia. Será la hora del gimnasio, o simplemente, nos lo pondrán más fácil el sofá y la televisión. Y un día más, apagaremos de nuevo la luz, y lo habremos hecho otra vez. O mejor dicho, no lo habremos hecho. No habremos llamado a alguien que quizás ya no lo estaba esperando, pero iba a ilusionarse al oírnos. No habremos tomado ese café que prometimos, ni habremos contestado el email de quien, por un momento, tuvo la atención de dedicarnos un rato. Pero sobre todo, nos habremos olvidado, una vez más, de nosotros mismos. No habremos conseguido, como lo denominaba Gloria hace unos días, Salirnos del Tiempo. Un tiempo que corre desde que suena el despertador, que nos convierte en sus propias víctimas. Un tiempo que nos impide mirar para que aquel o aquello pueda llegar a ser interesante.
Desde que decidí que quería escribir con cierta frecuencia (lo que saliera: posts, cuentos o algún día, quién sabe, un libro), metí una libreta en el bolso. Una libreta siempre cuidadosamente seleccionada, en la que poder anotar cualquier momento que me atrapara durante un huidizo instante, una imagen, una frase, una sensación. Luego estiraría de allí para poder narrar. En los últimos tiempos, parece que la libreta sólo está operativa en los viajes, quizás sólo entonces consigo escapar del tiempo y observar. Sólo entonces consigo ser permeable a lo que ocurre en el exterior, capaz de interiorizar lo que me provoca. Sonrisas, muecas, sobrecogimientos, reflexiones….momentos de piel. Y entonces, las cosas adquieren otro punto de vista, las cosas, las personas, se vuelven interesantes. Se disfrutan.
Se acerca el verano, repetiremos destinos y cruzaremos el charco. Acunados por el vaivén de las olas y enmarcados en combinaciones de azul podremos salir del tiempo. Podremos mirar el rato que queramos. El reto estará a la vuelta, al recuperar ese día a día que nos lesiona, que nos hace pequeños porque nos cubre de cosas que parecen importantes, pero que no lo son. Cosas que vemos, pero que no miramos. Que simplemente pasan. Que aparcamos. Que se escapan. Para que algo o alguien sea interesante tenemos que mirarlo, dedicarle tiempo. No sé si mucho. Pero un tiempo quieto. Un tiempo en el que estamos fuera, solo allí, con ese algo, con ese alguien. O con nosotros mismos. Sintiendo. Dejándonos sentir.
P.D.: a Gloria le sirve inundar del olor a café su casa a horas intempestivas. A otros les funciona meditar. A mí me basta perderme caminando.
Practico mucho eso, de la contemplación. Y la verdad es que nos hace mucho más permeable al exterior y es cuando entras en esta reflexión del tiempo y de lo que realmente es importante. Estamos inmersos en un vroum-vroum continuo y no nos permite escapar de esta espiral. Por mala suerte o por suerte (quizas), estoy en el paro y la gestión del tiempo es fundamental. Tengo más tiempo ahora. Tiempo que se me habia escapado. Esta famosa espiral: trabajo, niños, dodo, compromisos,….
Es verdad que en mi situación, tengo más tiempo. Pero que significa tener más tiempo, si no lo aprovechas, ni lo disfrutas. O más bien si no sabes disfrutarlo. Llevo 3 meses. El plan “perfecto”. Si antes no tenia tiempo por “estas cosas que nos lesionan”, lo iba a tener. Pero entré en un stress de “no puedo perder tiempo”, “tengo que encontrar algo”, “quiero volver a este mundo”. Creo que llegue a pensar que justamente los que “tienen tiempo no son de este tiempo”. Y llegue a no disfrutar de mi tiempo. Todos me decian “aprovecha por hacer lo que nunca has tenido tiempo de hacer” y al final no hice casi nada de esto.
Creo que para disfrutar del tiempo hay que romper con este bucle pero es dificil extraerse. Seguramente que salvo los que han vivido la muerte de cerca o los que están fuera (el paro es como una pequeña muete), pocos nos dedicamos a contemplar y a disfrutar.
Y vale la pena….
Empiezo hoy a disfutrar del tiempo pero me costo. Segui vuestros consejos (Natalia y tú Pita) pero a mi manera. Hice 2 trabajos de meditación profundos que recomiendo pero que parecen algo “extraños”. El primero sobre “el tiempo no existe” y otro sobre “qué es lo que realmente importa”. Nos os daré todas las conclusiones de este viaje porque es un viaje personal y cada uno puede bajarse o llegar a destinos distintos. Lo único es que cuando te das cuenta que el pasado es pasado, el presente pasa tan rapidamente y cuando pasa ya es pasado y el futuro es futuro y todavia no ha pasado, se puede relativizar muchas cosas de nuestras vidas y de nuestro entorno. Con el segundo ejercicio, volví a retomar mi escala de valor. Que mi felicidad pasa por pocas cosas y por pocas personas. Me ayudo a ver quién me importa de verdad y a quién importaba. Me avergonce ver que tengo casi 300 personas en mi linkedIn y que al final sólo los tengo por interés. Mi facebook, más de lo mismo. Había perdido contacto con algunos primos, tios, amigos de la infancia. Quizás no entendieron mis llamadas después de tanto tiempo pero me era importante decirles que me importaban. Son pocas personas. Pero lo son. Y esto es lo importante.
A mi, me va la meditación, perderme en las calles de una ciudad arabe o simplemente sentarme en un banco del Retiro.
Pura poesía para despertar mis sentidos. Describes con mucho encanto y cariño una realidad voraz, que cada día nos atrapa y nos impide ver lo esencial en la vida. Gracias Pita por recordármelo!!! 🙂
Stephane…..muchas muchas muchas gracias por tu comentario, por compatirlo. Porque lo que dices tiene mucho valor, y la verdad estoy de acuerdo contigo en taaaaaaantas cosas. Será además porque hace poco estaba en tu misma situación. Tienes tiempo pero no sales de él. Es la inercia. Me alegro que lo que hablamos natalie y yo contigo hiciera algo de efecto….:-)))))) El viaje de cada uno es algo personal….por supuesto….aunq. a veces no son tan lejanos….
Me ha alegrado un montón tu nuevo enfoque a la situación. Nos vemos ya pero ya para volver a ponernos al día!!!
You gracias a tiiiiii!!!! No sé si con encanto….jajaja pero sobre todo con cercanía…por vivirlo de cerca…. Thanks una vez más…!!!
ja tens raó, ja… con los años esta sensación de no tener suficiente tiempo ha incrementado… nos enfrentamos a tantos estímulos que es difícil hacerlo todo y para estar al día tienes que dar respuesta a muchos de ellos…
tenemos acceso a más de 200 amigos de forma permanente, trabajamos 10 horas diarias, comemos fuera cada semana, disponemos de más de 34 canales en la televisión plana, conciertos, teatro, estar en forma, unas copichuelas, la pasión, la peque, yonquis.com, el periódico del domingo, comprar en carrefour, leer a Dijoun, mi familia, montar una agencia de publicidad…
La filosofía Racional definía el Tiempo como la velocidad a la que recorres tu vida. En cambio, la corriente Conceptual define el Tiempo como “Decidir por ti mismo”…y que no decidan por ti…
Joan….me alegro sobre todo, que entre las mil y una cosas que hay que hacer….hayas puesto la agencia de publicidad…jajajaja!! Los sueños no mueren :-))))). Doncs això….Decidamos por nosotros mismos, pero con el corazón…que es la única forma con la que se puede mirar, mientras pasa el tiempo…
A mi me gusta mirar agua, el océano o una fuente en el parque… Me ha encantado Pita, que bien poder liberarse de vez en cuando de la dictadura del segundero, salirse y ver… Pero que díficil tener tiempo para salirse del tiempo…
Muchas gracias Rose!!!! a mí el mar tb me funciona….. :-))))) Me imagino q. hay parte que es cuestión de voluntad, no??? de “obligarnos” a hacerlo, más q. nada pq. luego el resultado es taaaaaaaaaaaaan satisfactorio…..!! Bueno, un beso y nos vemos…..delante de un cuento, en un rato!!!