Rufus. Quizás sus padres intuían que su hijo sería diferente. Quizás el nombre empujó la creación del personaje. El resultado fue un Rufus artista, cuya música, como su nombre, suena con glamour melódico.
Hace menos de dos meses desconocía quien era Rufus Wainwrigt (N.Y, 1973). Hasta que Hugo me lo “presentó”, a través de un video de una actuación suya (de Rufus, no de Hugo) en San Francisco, con un perfomance a lo Halloween, no descubrí a este interesante cantante newyorquino, obsesionado con Edith Piaf y Judy Garland. Desde entonces, no hay día que no tataree Oh what a World.
Tal vez porque la vida a veces te hace guiños, tal vez sólo por casualidad, el 5 de mayo, en plena efervescencia de mi “enamoramiento” con Rufus, resultó que Wainwright actuaba en el Price. No podía ser en otro lugar. El Circo daba la bienvenida al león más virtuoso del espectáculo.
A Javier le debo haber sido la espectadora más cercana a Rufus ese día, a Hugo compartir conmigo ese concierto especial.
“Por petición del cantante, no se permite aplaudir ni hacer fotos durante la primera parte del concierto”. ¿Excentricidad del artista?. Un silencio inquietante y un piano a oscuras recibieron a la imagen de un Rufus al más puro estilo de una madame de cabaret. Enfundado en un vestido negro, majestuoso y largo, de cuello en escote, lleno de plumas, con pasos cortos y una faz totalmente maquillada, se adueñó del escenario. Una pantalla trasera nos mostraba ojos alarmantes y tristes que se abrían y cerraban al ritmo de las notas. A partir de ese momento, y a lo largo de una hora, El Piano y Rufus, Rufus y el Piano. Melodía, Voz, Concentración. Entendimos la petición del artista. Canción tras canción, ninguna pausa podía quebrar ese clima donde sólo la armonía tenía sitio. Una armonía rasgadora y dolorida, al igual que su estado de ánimo tras la cercana muerte de su madre. Sonó todo su último disco, All Days Are Nights: Songs for Lulú, inspirado en la obra poética de Shakeapeare.
Y la mujer de luto se fue, entre tinieblas y de nuevo con pasos minúsculos y lentos, cerrando una imagen que nos ponía los pelos de punta.
Rufus es gay. Rufus es huérfano de madre. A Rufus le pasan cosas, y Rufus las comparte. Rufus nos cuenta con cada uno de sus Personajes en el escenario, y con sus diferentes líricas musicales.
Tras el descanso, apareció un Rufus dispuesto a girar el ritmo del espectáculo. Lo consiguió. El Personaje crea y nos lleva, así que esta vez nos recibió con mallas y bambas tipo victoria, con camisa blanca y chaleco con flores, ambientado con líneas de velas, y dedicándonos una sonrisa vivaz. Y nos ganó con su simpatía y sus chistes, y por supuesto, de nuevo, con sus melodías. Cigarrettes & Chocolate Milk, Going to a Town alegraron la velada.
Y con la emotividad a flor de piel nos fuimos del Circo. Ni orquestas, ni luces, ni escenografías. Sólo hizo falta a Rufus. De nuevo, Diferente. De nuevo, Personaje.
P.D.: La nota discordante la dio un espectador. Una luz estaba permanentemente iluminándole, el artista paró el concierto para preguntarle qué era esa luz. La respuesta fue: “el ordenador, es que estoy trabajando”. A petición del cantante, y entre abucheos del público, el maleducado cerró su aparato informático.
No sabía que en Madrid había parado el concierto por una luz, yo fui al de Bilbao al palacio Euskalduna y tambíén paró el concierto pero porque en Complainte de la Butte, no se si a propósito o por que se le había olvidado la letra de verdad, se puso a preguntar a mitad de la canción como seguía y uno del público se lo chivó fue surrealista
hola…!! pues digo yo que debió hacerlo como para que el público participara, no? Lo de Madrid fue totalmenete por culpa del tipo ese….que tenía el ordenador abierto en pleno concierto. La verdad es que, al margen de la anécdota….fue muuuuy chulo todo!!
hola me podrias decir como se llama ese show de hallowen por fa?
Hola!! Lo de Halloween lo decía por el look de Rufus… por su habilidad con las vestimentas, pero no porque fuera un show especial. El primer video que yo vi de él, era una actuación en San Francisco, y de la canción de Oh What a World, y él aparecía con una vestimenta característica de las suyas. Eso es a lo que me refería con mi anotación.
Espero que ya quede claro. Muchas gracias Lola!!!