(500) Días Juntos

Chica ansía príncipe azul para ser felices y comer perdices. Ah…aquí no, aquí chico desea encontrar a la mujer de su vida (1). Ella y él empiezan una relación, pero chico no quiere compromiso ni relación oficial. Ah…aquí no, aquí chica no está dispuesta a poner etiquetas, ni convertirse en novia de. Chica llora, sufre, habla con sus amigas, se monta películas. Ah…aquí no, aquí chico se desespera, da la lata a sus amigos y pide consejos buscando el porqué. Él decide acabar la relación, pero aparece y desaparece sin que ella pueda cerrar la historia. Ah….aquí no, aquí ella pone punto final, pero alargando la cuerda sin que él pueda dar carpetazo a su amor.

Y por este pequeño matiz, porque por una vez en las comedias románticas, no estamos hablando de lo qué le pasa, siente y padece la chica, sino que, por una vez, aquí es el chico el que adopta ese papel tan sumamente conocido por todas (y de “rebote”, por todos), vale la pena hablar de (500) Días Juntos.

Aún así, este intercambio de roles sentimentales sólo me sirve para introducir el post, porque la película es bastante más interesante que una simple reivindicación feminista por mi parte.

Al final, cuando duele, el amor no entiende de géneros, y tanto el sexo masculino como nosotras nos encogemos, nos transformamos en seres minúsculos, y no hay razón (todo pasa, tiempo al tiempo, hay muchos peces en el mar…) que pueda con el corazón. Pero cuando aparece, o creemos que ha aparecido, el vendaval de autoestima que nos invade, las ganas de exprimir los momentos, la sonrisa colgada en nuestro rostro, son sensaciones que, aún sin saber si luego podrán llegar a ahogarnos, merecen la pena poder ser vividos.

La estética urbana y joven de la película, una Summer atrevidamente femenina y coqueta, que a todos puede deleitar, un Tom de look casual, atractivo y cariñoso, por el que todas podríamos suspirar, unos diálogos que fluyen provocando risas, unos personajes secundarios con matiz surrealista, a quien todos identificamos a nuestro alrededor , y una puesta en escena muy original, me llevan a apostar por esta película.

Y por supuesto, la pregunta con la que te vas a dormir no es nueva:

¿Es el amor algo realmente romántico? ¿Es la persona la que te hace decir…”con ésta si”…..como acaba pasándole a Summer….o es simplemente “el momento”, las “ganas de estar” lo que te hace querer, pensar que con ésta si…como es el caso de Tom? ¿Vale la pena jugársela y meterse a fondo en una historia en la que las reglas del juego estén marcadas de antemano…? ¿o no podemos controlar el enamoramiento….aunque no sea correspondido de la manera que queremos?.

Las respuestas no las tiene la película. Pero si es el reflejo de lo que, unas veces desde un lado, otras veces desde el otro, todos hemos vivido.

A mi acompañante, 500 días le parecieron muchos, yo hubiera aguantado 750. Pero desde luego, sean los que sean, la coreografía en el parque, el día 8, no tengo dudas, que la hemos bailado todos.

(1) (siempre me ha parecido curioso que no haya término homónimo a príncipe azul en femenino).

2 comentarios sobre (500) Días Juntos

  • joan

    fabulosa película… sólo dos consideraciones…

    yo no hubiese hablado con “chica no enamorada” en el parque… es el banco del príncipe azul…

    creo que los chicos en general no buscan nada… por eso no hay palabra… no sabemos pensar tanto… nos lo explica el sabio en ‘vinagre y rosas’

    next step: avatar

  • Pita

    A veces hablar te ayuda a cerrar una historia.

    Con lo nuevo de Sabina aún no me he puesto….let’s see….

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