FACEBOOK, ¿un abrigo virtual?

Abres tu email, X te ha agregado como amigo/a. Enlazas con la página y te notifican que Y está en estos momentos working in San Diego, y que Z pasa la resaca de la salida de ayer desde hace 4 horas. !!Anda, si ya tienes 160 amigos!!. Ves que J te ha mandado una invitación para sumarte al grupo Pro Damnificados del Huracán Ike, y recibes un “smile” de F, si, ese del que no sabía nada desde hace….¿quizás 15 años??

 

Queridos todos, !!Bienvenidos al maravilloso mundo de Facebook!!

¿Cómo, que aún no estás en la red más social del espacio virtual?.  Lamento decirte, que entonces, en este mundo de contactos y realidad efímera, no eres nadie. ¿Cómo puedes sobrevivir??

 

Facebook, para quien esté aún desfamiliarizado con el nombre, y siendo un tanto simplista para no alargar el post, está catalogado como  una red social, esas herramientas del mundo on line cuyo objetivo es establecer contactos por Internet, y que se transforman luego en rentables fuentes de negocio. Se lanzó en 2004 en Estados Unidos, unos estudiantes de Harvard decidieron crear una red para sociabilizarse desde su dormitorio universitario.  Dos semanas más tarde, dos tercios de la elitista universidad norte americana se habían adherido ya. Desde entonces, se ha extendido a multitud de países (la versión española funciona desde el marzo pasado), y su número de usuarios supera los 19 millones.

 

Uno mismo, gracias a Facebook puede reunir en su pantalla hasta 5.000 amigos. ¿5.000 amigos? Si, habéis leído bien. Con Facebook los amigos dejan de contarse con los dedos, y uno empieza a sentirse la persona más social e integrada de su entorno

 

Nombre y apellido obligatorio, nada de pseudónimo.  Si estás en Facebook es porque quieres ser tú, o al menos, el tú que la red te permite ser: una imagen al exterior.  A partir de ahí, que cada uno componga su cuadro más bonito. La privacidad la marca uno mismo, así que a gusto del usuario aparece foto, estado civil o intenciones emocionales, universidad, colegio, trabajo, fotos del último viaje, películas y libros favoritos, citas que te han marcado, o cualquier tipo de gadget que ayude a darte mejor a conocer.

 

¿Pero, perdona…no estábamos hablando de amigos? ¿Es que ellos no saben todo esto de ti?….Ah, no…que de los 160….90 hace más de ocho años que no sabías nada, 40 son de esos que un día coincidiste porque eran amigos de, o conocidos con, a 15 hace meses que no encuentras el tiempo para llamarles,  y los que quedan, si, esos si tienen la suerte de estar informados y haber comentado contigo tus últimas novedades.

 

Queridos todos, ¿A qué jugamos con esto de  Facebook?. Y digo jugamos porque yo también entré hace meses, si hay que estar, estamos. Así que la “reflexión” va desde dentro.  

Mentiría si no admitiese que me hacen ilusión determinadas llegadas a mi página, o que me alegro de volver a saber de alguien a quien perdí la pista, y que suena bien poder, por qué no, organizar una cena con los compañeros de la clase o de la universidad que ahora vuelven a estar “fichados”.  Volvemos a saber de quienes,  un día,  quedaron atrás.

 

Pero, quizás hay que preguntarse, ¿Por qué quedaron atrás?? Un día salieron de nuestro círculo, o quizás, ni en ese momento estaban dentro de él, y  hoy los volvemos a meter como una foto y un contacto en la red. ¿Qué sentido tiene sumar amigos como quien hace las cuentas de la casa? ¿Contar uno más para ganar en la competición de “y cuántos tienes tú”? ¿Por qué veo fotos que nunca me hubieran sido enviadas? ¿Qué hay detrás de anunciar cada día qué estás haciendo, a 300 personas con las que nunca te hubieras planteado ni preguntarles ese día, qué tal? Y es cierto que existe la privacidad, y que puedes delimitar qué y a quien informas, pero en definitiva, la red de privado tiene poco, y por curiosidad o por manifestación de los otros, se acaban siguiendo los pasos de cientos de contactos con los que, ni por asomo, se pretende mantener una relación, ni si quiera, me atrevería de decir, de contacto. 

 

Porque como mucho, tal vez somos capaces de escribir un  email de entrada, de cómo te va la vida, qué ilusión encontrarte, y ahí se acaba.  La mayoría de agregados se quedan como un nombre y una foto, como entraron.  Un día escribiremos un email de cómo sigues, pero pasarán los meses, y no habremos conseguido ni tiempo para un café.  ¿Y entonces, cuál es el sentido?  ¿Necesitamos el abrigo virtual para llenar fríos emocionales? ¿No tenemos tiempo para llamar, quedar, o escribir un email con calor, pero si para sumar listados y dar el parte a  realmente “desconocidos”?

 

Los creadores de Facebook quisieron sociabilizarse desde el dormitorio.  ¿Puede una pantalla sustituir al contacto personal?, ¿Puede una foto expresar más que el feeling de una mirada? ¿Pueden cuatro rayas escritas superar a la expresividad de los gestos de una conversación?.  Definitivamente, yo digo no. 

 

Facebook es una buena red social, una herramienta para una fácil comunicación y para encontrar a contactos. Pero una vez más, las necesidades de hoy en día acaban desvirtuando la realidad, nuestro día a día se transforma en un mundo virtual que se queda frío y distante, buscamos un abrigo que,  en el fondo, calienta poco y mal.

 

 

 

 

 

4 comentarios sobre FACEBOOK, ¿un abrigo virtual?

  • Hola Pita,
    Pues a pesar de ser un tecnólogo, defender, apoyar y usar estas “nuevas” herramientas de Internet, creo que tengo que darte la razón, al menos en lo que a Facebook se refiere.

    Sin embargo existen otras redes sociales, más profesionales, como linkedin que realmente si son muy útiles a nivel profesional, y lo digo por experiencia propia.

    Hoy por hoy, yo sigo sin verle la utilidad real al facebook más allá de pasar un rato divertido viendo lo que hacen los amigos y contactando con algunos del pasado para saber como les va. Similar me pasa con twitter.

    Besos!
    Javier

  • Desde luego que las redes sociales tienen su papel, y pueden ser muy útiles, y por supuesto, Facebook. Pero personalmente me parece curioso el uso que se hace de facebook, que al margen de lo divertido que pueda ser,me parece que genera unas relaciones un tanto falsas. En fin… Besos y gracias!!

  • Hola Pita

    Quería felicitarte por tu blog, está muy, muy bien y ya de paso aprovechar que estoy bastante de acuerdo con tu opinión en este artículo. Aunque no pueda evitar caer en las redes de la emotividad virtual, creo que al final no son más que trampas que nos ponemos y un tiempo mal invertido que sería genial pasarlo charlando con alguien real frente a un buen café

    Un abrazo

  • Pita

    Hola Sara, mil gracias por tu comentario, qué ilusión!! acerca de facebook…pues lo dicho, es una buena herramienta…pero para determinadas cosas….muuuuuy engañosa!!! besos.

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