Nadie supimos cómo llegó. Amanecimos una de esas mañanas en las que el sol se atreve a decir poco y un viento frío entona una música grave. Allí estaba, adueñándose de la esquina. El rótulo lucía en color ocre, con letras refinadas en bermellón, sin logotipo, simplemente un nombre: La . . . → Read More: Un cuento de viernes: LA TIENDA DE LAS PALABRAS