NUESTRAS TARDES DE LOS JUEVES

Hoy les voy a echar de menos, y mucho. Y así cada jueves durante los próximos tres meses. Va a ser raro.

Nos conocemos desde hace ya unos años, unos pocos o unos cuantos, según se mire, el apego ha sido progresivo, como no podía ser de otra manera siendo una como es, siendo una de tiempos siempre lentos, el apego me ha traspasado sin darme demasiada cuenta, entre el interés literario compartido y la rutina placentera de vernos, siendo de pronto consciente que espero con ilusión ese momento de la semana, que me levanto ese día con ganas de que lleguen las 20h., que bajo pillada de tiempo con Ve’s_pita por San Bernardo y al ritmo de bocinazos y regateos voy atropellando problemas y comeduras de coco, que entro por la puerta y la serenidad me invade, absorbiéndome el buenrollo.  La semana empieza a tener fin… y mi vida, siempre un nuevo principio.

Y durante dos horas disfrutamos, nos concentramos en escuchar lo que cada uno tiene que contarnos a través de personajes que se infiltran en nuestros interiores para hacernos reflexionar, para aguantar críticas con respeto, o aplausos cuando hay suerte, para provocarnos risas, para provocarnos temblores. Personajes y creadores que aguantan el tipo para aprender, para hacernos crecer quizás como intento de escritores, quizás como intento de otros nosotros ficticios, pero sin duda, que acaban moldeándonos como personas más reales.

No falla Miguel, llevándonos a parajes costumbristas con  vocablos que una no había oído en su vida, ni Luisa, haciéndonos compartir experiencias de mujeres reflexivas que trabajan por salvarse.  Las  sonrisas nunca faltan con el exquisito mundo ruso de Teresa, es Rosa quien nos embelesa con poesía en forma de tweets, presentándonos hombres y mujeres dolidos por pasados oscuros. A Thierry le escuchamos poco (como a la presente), pero ahí sus personajes intrépidos con matices científicos nos impulsan a decirle….escribe máaaas. Alfonso pone su ojo crítico, buscando siempre los porqués, Pedro nos hace debatir sobre sus finales, interrogar a esos hombres que nos cuentan por sus actos. Y cierra Carmen, que encuentra siempre la delicadeza y el sentimiento en nuestras lecturas, y nosotros, en sus escritos.

Pero la dinámica no funcionaría sin nuestra Gloria. A ella le debemos esa alegría por compartir relatos, por investigar sobre autores, a ella le debemos esas pequeñas pinceladas de lecturas que nos provocan sonrisas o escalofríos, le debemos exprimir los axiomas de la vida con inteligencia y humor, para llegar entonces al fondo de nosotros mismos  y atrevernos a contarnos a través de palabras, desde yos sinceros y valientes, que no es fácil. Hay que agradecerle su confianza en este grupo  de a veces vagos, a veces inseguros alumnos, un grupo variopinta que sin duda ha configurado gracias a  ella su rincón especial cada tarde de los jueves.

Hoy les voy a echar de menos. Porque he aprendido a conocerlos a través de sus textos, porque han conseguido que una quebrante su sociable hermetismo gracias  a su familiaridad, porque han conseguido que una espere cada jueves por la tarde con  ilusión espontánea, y que desde hoy, esté ya contando cuánto nos falta para ese “nuevo curso”.

PD.: como estaba claro….dedicado a mis freakies de los jueves….con muchísimo cariño.  Que saben que lo tienen.

Deja un comentario

Puede utilizar estas etiquetas HTML

<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>