Miércoles cerca de las 21h., el día ha amanecido con nieve, el frío no ha dado tregua a la horas, y cuando la luna toma posición para escuchar nuestras confidencias, hace su aparición una lluvia que nos recuerda que esto va para largo. Uno de esos días en los que te pesa la eternidad del invierno, aun sabiendo que con la siguiente pestaña que se deslice por tu mejilla, éste será ya sólo un recuerdo, y de nuevo te verás sorprendida por la rapidez con la que ha sucedido. Entonces, ya no habrá vuelta atrás, se habrá acelerado un trocito más de tu vida. Entonces, sonará la pregunta que siempre te acompaña: ¿lo habrás aprovechado?
Castellana DF está prácticamente vacío, una pareja madura comparte besos con sabor a engaño y a gin tonic, la sombra de un ejecutivo cansado y con canas se aposenta en la barra dejando pasar el rato, quizás así se olvida de que nadie le espera, quizás así simplemente percibe que alguien le acompaña.
N y P acostumbran a verse, están al día, llevan ahora retraso desde 2012, aun así emails, llamadas y whatsapps han mantenido el calor necesario para saber que se están cuidando. Así de fácil. La tecnología nunca suple una cara que se expresa, una carcajada que retumba, un abrazo que te acoge, un beso que te quiere, o unos ánimos bien escuchados, pero ayuda a no congelarte mientras llegan esos momentos en los que creces por el simple hecho de compartir tu tiempo con quienes te hacen grande. Hoy la buena noticia es que también viene S. Le tienen perdida la pista en los últimos meses, sus bucles de trabajo lo arrastran siempre lejos, no físicamente, simplemente en esencia. No puedo, estoy agobiado, se me come la rutina, prometooooo…Nos repetimos con frecuencia que no hay que tenérselo en cuenta, no siempre es fácil, el dar a veces reclama recibir. Se acumulan en estos años conversaciones sobre cómo conseguir el preciado equilibrio que nos mantiene vivos sintiéndolo, no sólo porque el calendario apunta un día más, muchas conversaciones buscando esa nueva perspectiva que le ayude. Pero la historia no deja de repetirse. Los buenos propósitos acaban escapándose, aun sin quererlo.
Hoy la historia ha empezado a cambiar, hoy el discurso parece más firme. Hoy nos creemos que comienza un nueva etapa. Quizás nos basta con querer creérnoslo. Hoy confiamos en que dará ese paso para situar sus prioridades donde tocan, para que el stress no difumine lo que aprecia. La vida, a pesar de las múltiples reinvenciones con las que queramos jugar, siempre es una.
Hoy, como ayer, como mañana, es un buen día para volver a empezar. No va a ser desde cero, simplemente, desde otro punto. Un punto que está más cerca de ese futuro con el que, cuando cerramos los ojos, cada uno soñamos. Quizás es tan solo cuestión de parar. Quizás es tan solo cuestión de poner freno a las obligaciones. Quizás es tan solo cuestión de dejar que la vida fluya a través de momentos compartidos.
Un brindis a tres mirando a los ojos. Una hasta pronto real. Decides alargar la noche paseando hacia casa, empapándote del invierno. Y mientras, oyes de nuevo la pregunta: ¿lo habrás aprovechado?
PD.: dedicado a N y S, porque en la vida nunca sabes cuándo tu círculo de amistades crece, pero agradeces que se amplíe con personas como ellos.
Me gusta cada vez mejores.
Ays nur!!! ganitas de verte a ti!!!!!! graaaaaaaacias!! besos gordos!!
Que bien Pita. Cada vez me gusta mas lo que escribes! Y que envidia de constancia. 🙂
Yo con mi escritura llevo ya un tiempo desganado, perezoso, estancado o cualquiera de los eufemismos que uno busca ante la apatia…Pero leerte consigue que las ganas vuelvan a asomarse y que, hoy sobre todo, me pregunte: ¿Si no lo estare desaprovechando? 😉
Un beso fuerte
Javiiiiiii!!!!! muuuuuchas gracias de entrada….viniendo de un amante de las letras, es un honor!!
lo de mi constancia es relativo, pero venga, daaaaaaaaale tú, q cuanto más escribes, más ganas te cogerán…y sí…seguro q. lo estás desaprovechando!!!!! jajajaj
un besito grande para ti, y espero leerte pronto!!! :-))))))