En su sitio.

La vida no se fuerza. Que no, que las cosas pasan cuando tienen que pasar, y pasan porque tienen que pasar, y a partir de ahí, por nuestra parte podemos aprender a sobrellevarlas, a reaccionar de un modo u otro, pero ni aún proponiéndonoslo con la máxima voluntad, a veces lo conseguimos. ¿Por qué? pues porque había que vivir ese momento, aprender para el siguiente…o para volver a tropezar (que de eso también sabemos, sin hacer falta que Julio Iglesias nos lo cante). Pero al final será el tiempo quien lo ponga todo en sitio…A lo mejor vamos a tener que ayudarlo, esforzarnos para inducir cambios, sí, para acortar el curso, sí….pero él manda.  Llega un día en que todo encaja otra vez.

Y diréis, gracias Pita, qué sabia estás tú hecha!!. Cuánto nos estás descubriendo, si suena a cantinela del plomo de Paulo Coelho. Y tendréis toda la razón, pero es que hoy es uno de esos días en los que lo veo clarísimo.

Comes con alguien al que aprecias, con el que congenias, al que admiras en muchos aspectos,  y con quien te ríes  a carcajadas. Pero con quien has tenido malas experiencias (o mejor, en singular, no hay que dramatizar) en un momento de tu vida. A quien tienes que agradecerle muchas cosas, algunas de forma directa, otras sólo por haber hecho que se provocaran gracias a los desajustes que ocurrieron.  Así que durante un tiempo has gestionado el contacto con cierta tensión, o de manera poco cómoda. O no tanto, y con el devenir de los meses cada vez menos, pero sin entender aún bien sentimientos contradictorios. Y ahí estás de nuevo, retomando otra vez esas conversaciones con confianza, con las que aprendes, esas aventuras con las que te ríes. Te conoces más, quizás ahora todo es más real. Y aquí no ha sucedido nada. O claro que sí, y mucho, pero el pasado ya se ha colocado, se ha hecho su hueco y ya sólo sirve para afianzar lo que ha quedado.

Así que vuelves contenta, porque te ha hecho ilusión compartir ese rato que se ha quedado corto. Porque te lo has pasado tan bien como siempre.  Porque agradeces que el tiempo haya por fin actuado.

Las cosas están en su sitio. Han tenido que pasar dos años. ¿Mucho? ¿Poco?. Al final, todo siempre es relativo. Al final, lo importante es que las piezas vuelvan a ajustarse.

P.D.: tuiteaba hace un par de días (sí, del avasallador mundo twitter hablaremos en otro post)  una frase de Hugh Prather que me gustó mucho: “No hay absolutos para algo tan relativo como la vida humana”.

2 comentarios sobre En su sitio.

Deja un comentario

Puede utilizar estas etiquetas HTML

<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>