HOPPER: ¿Y tú, quién eres?

No, no se trata de averiguar quién es Hopper. La pregunta sería entonces bastante fácil, aun si todavía no has ido a ver la exposición que le dedican en el Thyssen, habrás podido leer en estos últimos meses millones de artículos sobre él y su retrospectiva “madrileña”, que sinceramente, es espectacular.

Pero de lo que sí se trata es de averiguarlo de nosotros mismos.  Entonces el tema comienza a configurarse como complicado, o por lo menos, como un tanto molesto, ¿no?. Venga, inténtalo. El nombre y tus apellidos te saldrán fáciles, la edad y unos cuantos más datos sociodemográficos,  incluso de carrerilla. Pero para seguir dándote detalles tendrás que parar, algo para lo que nunca tenemos tiempo, y empezarán los balbuceos, y tal vez algo de malestar al ponernos a reflexionar sobre alguien tan cercano como uno mismo. Ha empezado el lío. El miedo. Las dudas.  Las incoherencias. Lo que no nos gusta ser, pero somos. Lo que criticamos del de enfrente, y hacemos. Las promesas que se quedan en el tintero.  Los personajes que inventamos tras las palabras, las poses en las que nos enfundamos, unos roles que nos hacen sentir cómodos, pero que a veces son poco nosotros.

Y sales de la exposición de Hopper encantada. Es lo que tiene tener muchas ganas de ir, por fin estar y que las expectativas se hayan cumplido. Y ante cada cuadro, a parte de admiración ante esa luz, esos colores, esas imágenes sencillas llenas de sobria fuerza, has ido esbozando sonrisas, incluso alguna muda carcajada, te divierte averiguar lo que el pintor quería denunciar. Porque a través de cada cuadro el artista pone de manifiesto esa soledad, esa melancolía provocada por una incomunicación que se ha apoderado de la vida moderna. Te divierte pensar en las historias de esos personajes de los que no visualizamos el detalle de sus caras pero sí sus sentimientos,  que aparecen cerca de ventanas, buscando quizás un más allá, de los que intuyes un interior intenso, unas escenas cotidianas que darían paso a cuentos, a novelas….sólo hay que quedarse un rato delante de cada uno, e imaginar.  Luego te vas de cena, y te pones al día del verano y sueñas para el otoño, pero un cierto cosquilleo se ha quedado dentro. Aún no lo has identificado. Al día siguiente, con algo de calma, hojeas el libro de la exposición que no te has resistido a comprar, y empiezas a darte cuenta. En cada una de esas historias hay quizás también algo de ti. O puede haberlo. En cada uno de esos misteriosos pero tan reales personajes que cobran vida en cada cuadro, en esas casas sólidas y aisladas, en esas frías gasolineras, en esos parajes frecuentes podrías encontrarte tú. Te asustas. Pertenecer a un mundo de apariencia perfecto, un mundo estético y bello, que reconoces, en el que los participantes toman distancia entre ellos. No se escuchan, o no saben hablarse. O sonríen sin reír. Con miedos.

La pregunta ya sale sola. ¿Y tú, quién eres? ¿Alguien como ellos?. Esperas poder decir con voz muy alta, NO. Pero tal vez lo haces con voz bajita. Porque en esa sociedad estamos, esa sociedad construimos.

No hace falta ir a ver a Hopper para contestar. Incluso vale la pena ir y no hacerlo. Pero en algún rato, en algún tiempo muerto que consigamos no tapar con salvadoras distracciones, dale una vuelta….

¿Y tú, quién eres?

P.D.: siempre he pensado que algo fundamental en una exposición son los marcos. Si vas, fíjate. Hasta ese detalle da gusto en esta exposición.

P.D.: muchas de las imágenes de Hopper podrían ser el cierre de un capítulo de Mad Men. Del guapo de Draper y sus amigos hablaremos otro día….

12 comentarios sobre HOPPER: ¿Y tú, quién eres?

  • Por Dios, Pita, qué me gusta leerte, transmites tanto 😀
    Yo tengo pendiente ir a verle, a ver si saco un poco de tiempo y así me encuentro a mí misma en alguna (o en muchas) de sus creaciones.

    Sigue a si, que mola!

    Besos y abrazos mil,

    Aran
    http://bloggeraenpruebas.blogspot.com.es

    P.D.: A mí también me encantan los marcos, cómo cambian un cuadro!

  • Pita

    muchas gracias Aran!!!…jajaja….lo de los marcos es básico…me encanta fijarme en ellos en las expos….
    pues, te encuentres o no en esas creaciones…:-)))))…espero q. puedas ir, vale mucho la pena…….está hst el 16 sept…!!
    muchísimas gracias de nuevo!!!!
    besos

  • Raquel

    Este post es mi favorito!! Me ha encantado!!! Todavía averiguando quien soy….

  • Pita

    jajjaja….guapa!!!!
    tú y yo creo q. todos….
    ya sabes lo q. toca….ir a la expo, para inspirarte en ese encuentro con una misma….. :-)))))))))))
    besotes muchos y gracias más!!!!!

  • maria

    Gracias Pit. Te voy a contratar!!!!

  • Pita

    hechooooooooooooooo!!!!!! y a coste 0!!!! :-)))))))))))))
    Graciaaaaaaas Mary!!!!!!

  • Jordi Pla

    Ay, Hopper.Cómo me gusta Hopper. En los 80´s a todos nos gustaban Tapies, Barceló y Sicilia. Parecía que la única pintura “válida” era la abstracción.Y cuanto más matérica mejor. Admirábamos esos tablones claveteados del catalán y esas rugosidades grumosas del mallorquín. Sicilia era más sutil, más fino. Pero entre todo aquel ejército de pintores abstractos, un día descubrí un catálogo de Hopper. Era de la editorial Taschen, una editorial que publicaba libros(y supongo que sigue haciéndolo) verdaderamente económicos. Hopper me desveló la “realidad”. Una realidad de seres desamparados e insomnes, que consumen copas en bares nocturnos o que buscan un rayo de esperanza que les entre por una ventana. Y sí, Pita, me reconocí en alguno de ellos. Recuerdo particularmente a la acomodadora del cine, angustiada entre tanto público. Siempre me he preguntado qué dolor aqueja a esa mujer y he inventado muchas respuestas imaginarias, pero no sé si alguna es cierta.
    Parece que Hopper llevó siempre una vida sencilla. Se casó con su novia de toda la vida y fueron un matrimonio feliz. No bebía, ni se drogaba, ni fumaba, ni decía palabras malsonantes. Vaya; que era un tipo educado y aparentemente sencillo. Ello demuestra que no siempre el arrebato es la clave para contar historias cargadas de intensidad.
    No sé si podré escaparme a Madrid para ver la exposición pero me encantaría.
    Besos.

  • Pita

    Jordi….por partes…..!!!! Hopper la pera…esos personajes, esas escenas, y un poco de nosotros…..me alegra q. compartas este gusto

    Taschen sigue existiendo…una gran editorial…libros chulísimos, cuidados, y de temas muy interesantes. Varios en mis estanterías, y una LIbrería Taschen en París de lo más encantadora…(hay otra en Bruselas, pero aún no he ido)
    Tienes razón con lo de la vida sencilla de Hopper, para mí….aún más puntos a su favor…quizás no hay que ser atormentador para ser creador….quizás se puede gozar de una vida plena y con armonía y poder desarrollar una faceta artística interesante y excepcional….Ahí queda ese apunte. Quizás dé para otro post.
    tienes hst el 16 de sept. !!!!
    besos i moltes gràcies un cop més!!!

  • Jordi Pla

    Me encantan las erratas porque pueden producir nuevas ideas. Supongo que querías decir “quizás no hay que ser atormentado para ser creador”, pero ahora se me ocurre que no hace falta ser atormentado para ser atormentador. Porque Hopper puede llegar a ser atormentador, y probablemente nunca conoció una verdadera tormenta personal (o al menos así lo hace parecer su biografía). De este hecho surgen otras preguntas como; ¿hay que ser un gran viajero para llegar a conocer a fondo el mundo y al ser humano? (Kant no salió jamás de su pueblo y escribió “La crítica de la razón pura”, por no hablar de Julio Verne, el cual nunca viajó a la luna). Vaya, que en el cerebro humano caben las más sublimes ideas sin levantarse del sofá. Siempre he pensado que las dos únicas cosas que nos diferencian del resto de animales son la imaginación y la voluntad. En fin; pido disculpas porque siempre me extiendo mucho, pero tu blog resulta muy estimulante en este mundo tan gris. ¿Fue gris la vida de Hopper?

  • Pita

    disculpas de nada….encantados estamos de la extensión y profundidad de tus comentarios…. :-)))))
    atormentado, atormentado…exactamente se coló una errata…..pero vaya q. estoy de acuerdo q quizás puede ser atormentador…sólo el parar a preguntarnos quiénes somos delante de sus cuadros ya puede resultar atormentador…
    la imaginación nos puede hacer llegar muy lejos…pero sigo pensando que lo que uno ha vivido en la propia piel se transmite mucho mejor….o al menos….más fácilmente.
    Y no tengo dudas de q. la vida de Hopper no fue gris. ¿por qué iba a serlo? tener una vida “sencilla”o armónica no es gris…al revés….es rosa, q. me gusta mucho más.
    :-)))))

  • Alex

    Yo no he llegado a tanta reflexión… aunque espero que me entre en algún momento.
    La exposición me gustó, unos cuadros más que otros, pero para no tener ni idea, disfruté. Hay que reconocerle al tipo que la luz sabe utilizarla, y muy bien.
    El final me pareció un puntazo, ahí sí me quedé con la boca abierta. Y me gustó mucho también encontrarme con muchos posibles planos de cine… que era lo que iba buscando, pero no imaginaba que fuera a encontrármelos en unos cuadros.

    En cualquier caso, recomendable!

  • Pita

    yep!! lo del final está muy logrado, y la relación de Hopper con el cine se respira en toda la expo…..Por supuesto, algunos más q. otros, a mí tb., la reflexión…ya ves tú…..depende del día, por supuesto….jajajaj!!!!
    bueno, te explicaré la próxima….a ver si te convenzo!!! :-)))))))
    mil gracias Alex!!! besotes

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