Salgo de ver Moonrise Kingdom con la voluntad, que no simplemente deseo, de volver a ser niña. Sí, lo sé, ir cumpliendo años, normalmente, va asociado con eso tan sagrado que llamamos madurez y que, sinceramente, a día de hoy, ya no sé si es algo bueno o un puro rollo. Pero sobre todo, ir cumpliendo años significa alejarnos, sí, por tópico que suene, de la sinceridad, la naturalidad y la candidez de las que un día, sólo por ser niños, dispusimos.
Moonrise Kingdom nos presenta a Sam y Suzy, de doce años, que por amor deciden escaparse juntos. Sam, de un campamento scout, Suzy, de su casa. Ambos se sienten poco queridos en su entorno, y encuentran en el otro la fuerza para emprender un nuevo camino, para dar paso a la rebeldía propia de la edad. A partir de ahí, la película nos muestra unos padres (Bill Murray ,!!siempre tan grande!!, como sr.Bishop) con una relación rota y que no saben hablar para arreglar, un capitán (Bruce Willis) de buen corazón pero incapaz de enfrentarse a su realidad, un jefe de tropa (Edward Norton) controlador y temeroso, y una directora de Servicios Sociales (Tilda Swinton) sólo preocupada por cumplir el expediente y con poca humanidad.
Así que en la figura de los “supuestamente” maduros aparecen todas esas barreras tan conocidas por cada unos de nosotros, esos rasgos que impiden que, en nuestro día a día, la vida fluya, que las relaciones sean más sanas, que disfrutemos lo máximo de las cosas. Son miedos, son caretas que con los años aprendemos a usar según la ocasión, nos protegemos, dejamos de ser uno para ser muchos, en función del momento, de con quién estamos, o de lo que queremos conseguir. Seguimos objetivos impuestos que desatienden a lo que nos dicta propiamente el corazón (si es que aún permitimos que nos dicte algo…)
Sam y Suzy son valientes, Sam y Suzy hablan con un solo significado, Sam y Suzy reciben la ayuda de sus compañeros cuando estos entienden que forman un grupo, Sam y Suzy dicen las cosas a quienes tienen que decirlas, causando dolor, pero acercando la solución al problema. Sam y Suzy leen soñando con historias que aún consideran únicas, Sam y Suzy no temen al futuro ni por supuesto les pesa su pasado, Sam y Suzy nos devuelven a unas estrellas que dejamos de mirar.
La película transcurre en unas localizaciones que nos empapan de belleza, Wes Anderson (que colabora con Roman Coppola en esta ocasión) recurre a sus habituales travellings para dirigir, de forma suave, nuestra atención hacia detalles que se ordenan relevantes, creando una atmósfera que nos coloca en esos tan actuales años sesenta, ayudándose asimismo de un narrador que toma forma de personaje y que, desde un inicio, nos hace entender que esto va de ironía, de ternura, de pureza, de amargura con sonrisa y de hasta alguna carcajada.
Moonrise Kingdom nos sitúa en el terreno de la ilusión, conectas de nuevo con esa parte innata que la “sabia” madurez nos ha obligado a encubrir, creyéndonos que nos hacía más vulnerable…cuando lo que nos vuelve es más fuertes. Moonrise Kingdom recupera, en palabras del propio Anderson, un pensamiento: “La infancia no muere nunca. La escondemos, pero no muere”
P.D.: la banda sonora de la película también es de nota. Ahí va la canción más bonita….
Ayss que la voy a ir a ver!!!!!!
aaayyyysss q ya me tardas!!!!!!
Bonito post Pita. Me ha encantado la parte en la que hablas de hacerse adulto y como vamos transformando la ensencia de cuando somos niños
Me apunto para ir a ver la Peli que si la recomiendas tu seguro que esta bien 😉
Besitos
Javier
Thanks you javi!!!! no sé, es q. cada vez creo q. es más evidente….q cumplimos años, y nos llenamos la cabeza de líos….tontos!!!! :-))))
en fin….a ver si vais a ver la peli y me decís!!! besotes!!!
En la tradición budista se dice que sólo existe un momento en nuestra vida en el que conocemos el mundo en su verdadera esencia; dentro del útero materno, cuando todo es silencio y no existen ideas preconcebidas, cuando los sentidos no han limitado nuestra percepción de la realidad, cuando las palabras no han acotado el significado real de los hechos. Nacemos y empezamos a crear una escisión entre aquello que nos gusta y lo que no nos gusta. Primero, cuando todavía “no tenemos” ideas, por los sentidos(frio, calor, áspero, suave, armonioso, estridente,etc) y más adelante con la educación, las palabras y los parámetros de la sociedad donde crecemos. Puede que tan sólo sea una teoría pero a mi me parece de una gran belleza. ¿Cómo recuperar al niño que llevamos dentro (y al que ciertamente nunca perdimos, aunque lo olvidemos): Jugando a vivir. Una recomendación: “La vida como juego” de Alan Watts en editorial Kairos. Besos.
Me gusta lo de jugando a vivir…..Y buscaré ese libro…pinta apropiado… :-))))))
By the way, muy chulas los Shots from the car!!! Inspiradoras…..
Gracias Jordi!! besos!!
ME ENCANTA!!!
Ayer por fin la ví, estaba esperando a verla para leer tu post!!
Es una pena que hacernos mayores nos lleve a olvidarnos de las cualidades más bonitas del ser humano…
Yo también quiero ser niña pero los golpes que te vas llevando a lo largo del tiempo te pesan demasiado como para no aprender de ellos.
Me quedo con esta frase: Sam y Suzy nos devuelven a unas estrellas que dejamos de mirar.
Un besazo!
Ays Marta m alegro si te gustó!!!!! Tooooooda la razón, no mola perder la inocencia y la sinceridad infantil….
Propósito a partir de ahora: Recuperarla!!!! :-))))
Besote gordo!!! En sept nos vemos y aprovecha mucho el verano xa mirar las estrellas
:-)))))
No recordaba que el post era de esta película, pero si lo leí pues puse un comentario y todo 😉
Gran película y gran reflexión de la gran Pita 😉
Un beso
Jajaja !!! Anda q ….vaya dos, pq ayer yo tp me acordaba de tu comment…Y ahora perfectamente…:-)))))))
Bueno, lo importante es q te haya gustado la peli, q se sale!!!!
Pd.: yo he mirado tb lo de la peli en tu FB y debía ser esta tb…menudas cabezas!!!
Besotes y mil gracias again Javi!!!!
Muy buena reseña, es una gran película con una excelente fotografía, las producciones de Scott Rudin hasta ahora han sido de las mejores, ya sea en peliculas o series como a actual Silicon Valley.
Muchas gracias Mariana por el comentario!!! Y desde luego la película y la fotografía se salen. Yo ya tengo ganas de ver El Gran Hotel Budapest!!!