Antes te gustaba la lluvia…(o el dolor del pasado).

Vivo porque echo de menos, así lo sentencia ella.  Los espectadores nos recolocamos incómodos en las butacas. Él da dos pasos hacia delante, uno hacia atrás, ha vuelto para encontrarse con ese momento del que un día huyó, provocando que empiecen a verterse todas las emociones que diez años antes buscó lapidar. Con el tiempo nos damos cuenta de que hacemos cosas que no queremos, y no hacemos lo que queremos, comienza él su discurso.  Nos asedia ya el desazón. Soltaremos alguna carcajada, empatizaremos con las ironías amargas de ella, pero la obra será un vendaval de sentimientos, de reflexiones, nos levantamos con la certeza de que la vida son minutos que escapan. ¿Por qué somos incapaces de soltar un pasado que nos inmoviliza? ¿Por qué nos obligamos a entender  cuando ni quien debe  darnos una respuesta puede? ¿Por qué nos cuesta tanto que hable el corazón? ¿Por qué bloqueamos sentimientos que sólo impiden que el presente fluya?

Antes te gustaba la lluvia. Sí, en clave pasado. Con ese bello título Ángel Solá, esta vez sólo dirigiendo, lleva a escena la obra de la dramaturga holandesa Lot Vekemans en la que presenciamos el reencuentro de una pareja rota, se nos desvela una historia frustrada, una historia que nos llena de amor…desde el desamor. Una emotiva Blanca Oteyza fuerza que apretemos con tensión nuestras manos, un Sergio Otegui nos obliga a no juzgar, a asumir como propias esas debilidades que configuran al ser más humano.

Ella no ha avanzado, atiborrada de sentimientos muertos que impiden entrar a otros nuevos, esperando que alguien la salve sin enfrentarse a la tarea de deshacerse por ella misma de ese pasado. Él huyendo empezó a correr, tal cual marca el running, sin saber hacia dónde, sólo por la necesidad de avanzar. Consiguió parar para darse cuenta de que tal vez la felicidad  era no esperar nada mejor, era asumir que las cartas son siempre las que hay en tu baraja y que sólo uno mismo puede repartirlas. De nuevo uno frente al otro, hoy necesitan poner juntos un punto y aparte, cerrar “su” capítulo para ser capaces de reescribir ahora sus propios libros. Cada cual tomó un camino para cicatrizar la herida común, ella en su pasado no ha conseguido desintoxicarse del dolor, él necesita decir todo lo diez años antes ahogó.

Antes te gustaba la lluvia. Ojalá hoy sea otra cosa. Si sigue siendo la lluvia, ojalá no nos duela ya ver cómo caen las gotas.

P.D.: hay obras, libros, canciones, películas, artículos o fragmentos que deseas que quienes quieres, aprecias, dotados de sensibilidad, puedan ver, leer, oír……Antes te gustaba la lluvia es una de esas piezas

P.D.: Antes te gustaba la lluvia se representa en el Teatro Fernán Gómez, hasta el 22 de abril

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