Ni buenos, ni malos. Ni fu, ni fa. Pero al final, peores. Al no ser investidos abiertamente como malos, ni como fa (o en este caso es fu?), pues ahí se quedan, aferrados como garrapatas a su condición de empleado, de jefe, de pareja, de familiar, de integrante del círculo….Mediocres. Aparentemente no pasa nada, todo continua, ellos no interrumpen, pero el tiempo sí corre, ellos flotan, y tú no avanzas. Para colmo, te contagias.
En el trabajo es fácil, basta con ser consciente de que no necesitan llevar un traje gris y mirar al suelo, que puede ser el moderno de la mesa de al lado. Aquel que habla mucho, y dice poco, la que trabaja lo justo y se descuelga ante el “marrón”, el que por no aportar, no da ni los buenos días ni sabe sonreír, quien se olvida que clientes, compañeros, colaboradores y empleados son personas, y define calidad como cubrir el expediente (si es que llega).
El problema se agrava cuando la excelencia se ausenta en el plano personal, cuando borramos el máximo y una pizca nos basta. La pareja que se olvida de saber acariciarte, que deja de ser cómplice o nunca lo fue, que te oye pero no te escucha, que no encuentra el rato para ser dos o se compromete en voz bajita. Aquel al que llamas colega pero que antepone siempre otra agenda, con quien los cafés y las cañas se vuelven aburridos, y al regresar a casa no tienes nada que reflexionar ni sobre lo que reír. El familiar que es rama seca de ese árbol genealógico que nunca riega.
Decía el escritor J. Heller : “En esta vida algunos hombres nacen mediocres, otros logran mediocridad y a otros la mediocridad les cae encima”. Quizás la genética nos priva de cierta brillantez, pero no de las ganas de buscarla. De querer ser mejor, de ofrecer talento y mucho sentimiento, sólo por el placer de disfrutarlo, de crecer, de recibirlo de vuelta, sin miedos, con riesgo, sobre todo con ganas. La mediocridad se logra, sí, bajando la bandera, subsistiendo en el cómodo nivel del cinco mientras arrancas otra hoja del calendario. Y sí, se nos puede caer encima, por qué no, en algún momento, en alguna faceta, pero nos sentiremos incómodos pronto si no es nuestra sintonía.
Ir a máximos, así de fácil. Principalmente como personas, porque el resto fluirá solo. A los mediocres los dejamos en la cuneta, porque no suman, y al final..siempre restan.
Me_dio_cres, ¡!qué especie peligrosa!!
P.D.: y sí, se nos llena la boca…los políticos, la sociedad, los directivos, los medios son mediocres…..Pero miremos más cerca…al de al lado….¿o a nosotros mismos?
Breve, cierto, muy cierto, duro. Un aldabonazo para cuando nos dejemos llevar. Propongo repetir el post cada 6 meses.
totalmente de acuerdo.no se si es q me hago mayor o que pero los veo por todas partes o es q antes tb estaban pero no me daba cuenta.
pero ahora,huyo de ellos,no puedo con la gente gris,los mediocres,los tristes,los quejicas,quiero a mi alrededor gentevital. alegre.optimista. q lucha por ser mejor. y q le guste reirse. . . . .
debe ser la edad?
jajaja….compro Bea….me parece bien, repetimos post dentro de 6 meses, y vamos calibrando cuántos nos quedan a nuestro lado, y cuánto hemos avanzado personalmente….
Natalie, pero qué mayor!!!!! más que la edad, creo que al final lo que pasa es q. cada vez más los tiempos de ocio, incluso de trabajo (reuniones express, etc) son limitados como para no reír, no exprimir los ratos con gente q. aporte,no ser productivos, o no poder disfrutar los momentos… pq. quien tienes al lado ni fu, ni fa…..
en fin…..que mil gracias a las dos….y por nuesta parte, seguiremos teniendo nuestros quedes de calidad….
Pita por favor…que me deprimo…que ya sabes lo hay por aquí…lo veo todo gris…y ya sabes los esfuerzos que hay que hacer para no contagiarse..uff…
Lauri!!!….en miles de años tú no tienes ningún síntoma de mediocridad, así q. tranquila…..q cd una brilla por ella misma, brilla….
Let me clap! Bravo!
Let me say Thanks a lot!!! :-))))))))
Y hablando de mediocres:
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