¡!Hey Hey Toro!!. Y a partir de ahí, música de orquesta cañí, y el animal empieza a pasearse por la casa. Desde hace más de cuatro años, un toro con cierta vida tiene un espacio en una de las estanterías de mi casa. Y digo con cierta vida, no sólo porque el bicho ande, sino porque siempre ha dado savia al público que ha presenciado sus torpes movimientos, provocando risas y simpatía entre el personal. Mi toro, a pesar de que algo de catalán tiene, por aquello de que su propietaria es de La Terra y de haber viajado hasta allí, y aún luciendo una mini bandera de España, por eso de ser uno de los símbolos turísticos del país, va a sobrevivir. De momento, no me pueden prohibir darle al on.
Pero no parece que los toros estén de moda en tierras catalanas. Hace unos años, borramos del paisaje a los Osbornes, no fuera a ser que nos confundiéramos de “fronteras”. Ahora ha llegado el turno de hacer desaparecer las corridas. Quizás el problema está en el nombre, y si anunciáramos que en La Monumental lo que corren no son toros sino Bous, a lo mejor conseguiríamos “embolarnos”, y apagaríamos el fuego de la polémica.
Pero resulta que el toro tiene nombre español, y como estamos de venganzas, ya que el match de l’Estatut acabó en derrota y con resaca Roja, en el siguiente round, se tenía que empatar.
No voy a ser yo quien defienda las corridas de toros. Al margen de recordar a mi abuela siguiéndolas por la tele, en toda mi vida sólo he visto una, eso sí, en Las Ventas, y en mayo, por eso de que para integrarse en la sociedad madrileña, hay que conocer San Isidro taurino, con su toque cheli y su gomina Cuéntame. El recuerdo de ese día es especialmente Boniquet, por la compañía, la invitación y lo que dio de sí homenajear el arte del toreo. A partir de ese momento, mi único interés en las plazas son los conciertos, y Cayetano Rivera Ordóñez, quien además, vestido de luces, me baja todo su sex appeal.
Parece ser que el debate se abre con el tema del sufrimiento del animal, un argumento de lo más conmovedor. Quizás, si estiráramos de la cuerda hasta el final y con coherencia, teniendo en cuenta que, con más o menos arte, los filetes se los sacamos a todo animal que al final matamos (lo que no les debe provocar tampoco placer), a donde nos conduciría es a ser herbívoros y, según estoy aprendiendo últimamente, no hay dudas que han sido las proteínas de la carne las que nos han permitido hacer evolucionar la inteligencia.
Por el otro lado, quizás los defensores desde Génova de esa gran Fiesta Nacional, deberían reflexionar sobre si, tal vez durante unos años, deberíamos sustituir como elemento simbólico del país, a los rancios toros por el fútbol de Iniesta&co, por eso de que actualmente parece ser que concentran a más gente y festejan más banderas.
Una vez más, los políticos de este y aquell país se lanzan a torear en plazas erróneas, y de esa forma, la faena no se remata ni salimos a hombros por ninguna puerta. Produce cierta intranquilidad y frustración que sea la polémica taurina la que ocupe hoy la primera página de los periódicos (y la mil y una en El Mundo desde hace seis meses), la comidilla de los restaurantes o las conversaciones en la red. No estoy del todo segura que la sociedad estuviera, hoy por hoy, demandando una decisión sobre las corridas.
Señores políticos, háganos un favor, pónganse ustedes la montera, abróchense las lentejuelas, cojan el capote y lúzcanse con los problemas que tenemos, no hagan ustedes política con los toros, que al final, ellos si que nos generan dinero.
P.D.: Plum, tus deseos son órdenes, éste ha ido para ti ¡!!!
Lo siento Pita, esta vez no estoy de acuerdo contigo. Al margen de la guerra levantada por tener o no el sentimiento de ser “español” … esta batalla no tiene que ver con todo eso, sino con una lucha de años contra el maltrato animal. Esta lucha se está haciendo ya en varias CC.AA españolas y algunas como Canarias ya lo han conseguido. Lo que pasa es que para Cataluña es un arma de doble filo, ya que a la vez que se pone sentido común a una feria cultural salvaje, se da ejemplo de lo “diferente” que se puede llegar a ser en una misma península. Personalmente me fastidia que se mezclen ambos temas. Mi enhorabuena a Cataluña, por dar los primeros pasos para abolir un abuso de poder, humillación y maltrato animal!!!! Y que conste que yo me siento muy ESPAÑOLA.
Soy un mar de dudas. Yo lo único que sé es que después de años de considerarme anti-taurino, ahora mismo comprendo mejor los argumentos pro que las explicaciones en contra.
Será por aquello de la prohibición y por mi pueril sentimiento de defender todo lo que está vetado.
You, el caso es que en Cataluña lo del maltrato animal ha sido una excusa, por tanto….a mi, en este caso, me deja de ser válido como Argumento Racional que justifica la prohibición.
Hug’s, voy en la misma línea….el prohibido prohibir ya es Historia…al final, nos obligan a ir a 60 por los alrededores, a dejar la copa en el bar a las 3 de la mañana…e !!inluso a escuchar ruido cuando no queremos!!….es lo que tienen los gobiernos, gracias a Dios democráticos, ..la capacidad de prohibir para mejorar a veces, pero para involucionar en muchas más…En este caso, la prohibición es para marcar distancia con “el país vecino”….por tanto, para mí, no es tanto la defensa de lo que está vetado, sino la defensa de no hacer política partidista con cualquier tema, por un lado y por el otro.
Pita, estoy de acuerdo contigo, han politizado totalmente este tema para vengarse del Gobierno central e ir de separatistas.
A todo esto yo solo quiero decir, que para información de los antitaurinos, me gustaría que hicieran cuentas de lo que cuesta criar y manterner a un toro de lidia, que el tener una ganadería conlleva unos costes muy altos y que tengan claro que el día que desaparezcan las corridas estos toros también lo harán, ya que existen y se crian sólo por esto.
Por otro lado, me encanta que en este país haya tanta libertad para todo, tanto para expresarse como para prohibir…..creo que lo que necesitamos es un poquito más de respeto y al que no le gusten los toros que no vaya, pero que dejen en paz a los demás, que me expliquen con que derecho me quitan la libetad a mi de ir a una corrida de toros.
A mi me gustan los toros, ¿qué pasa?.
Caray Lauri, cómo hemos vuelto de Teruel !! Así me gusta!!
De acuerdo en que hay consecuencias económicas…you are right!!
Pero por la otra parte….mientras haya temas que se regulan con leyes que competen a los diferentes gobiernos, autonómicos, locales, o nacionales…..los cuales han sido elegidos por todos (gracias a Dios!!!)…..se tendrá q. asumir las consecuencias con normalidad, sin montar debacles…
Y a mi me gusta Cayetano.
Y a mí también me gusta Cayetano!!!!
You, no dudaba de tu buen gusto….