Chita tiene algo que contarte….

¡!!aaaaahhhhhaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!…..Oh Tarzán….Tarzánnnnnn…… Y quien habla de Tarzán, habla de Chita. Esa guapa primate que con ya setenta y cinco años ha decido escribir.

¿Escribir?  Si, si. Escribir.  Dicen que el hombre procede del mono, así que no es de extrañar que la que fuera estrella de Hollywood, a pesar de ser peluda y andar a cuatro patas, haya decidido entrar en el mundo editorial, y hacerse un hueco en las próximas listas de best sellers.

“Me Cheeta” (Yo Chita) es la autobiografía de este chimpancé que,  junto a Johnny Weissmüller  (Tarzán)  y  Maureen O’Sullivan (Jane), alcanzó éxito mundial adelantándose a “Tootsie”.  Porque resulta que Chita no es mona, sino mono y que, respondiendo  a su  nombre real de Jiggs, ha batido ya record de longevidad (la edad media de  los primates es de cuarenta años,  y nuestra “mona” ha soplado ya más de setenta velas).

En su última película, “Doctor Dolittle”, que se rodó en  1967,  Chita mordió al actor Rex Harrison, y desde entonces anda jubilada en una residencia para abuelitos chimpancés,  en Palm Springs (California), donde pinta y recibe la visita de sus fans.

Y  leo en Papel en Blanco que,  ahora en su vejez, Chita quiere contarnos su vida. Su libro, que se publicará el próximo 1 de octubre, se ha hecho un hueco como finalista para el premio “Guardian”, galardón que, sin distinguir entre ficción y no ficción, y con una dotación de 10.000 libras, premia a la mejor opera prima del año.  El ganador es escogido por decisión de un jurado y de un grupo de lectores de la cadena de librerías Waterstone’s.  Cuando el manuscrito llegó a manos del jurado, éste  exigió a la editorial, Fourth Estate, un documento firmado que asegurase que se trataba de la primera obra de un autor. Y así se ha confirmado.

Y qui lo sa,  si la autobiografía ha sido escrita con o sin pulgar oponible, pero lo que si sabemos es que Chita ha conseguido estar ahí, y difícil lo tendrán sus competidores: “A Case of Exploding Mangoes“, firmado por Mohammed Hanif y que trata del asesinato del general Zia-ul-Haq, y “Stalin’s Children“, de Owen Matthews, que narra una historia de amor en Rusia durante la Guerra Fría. 

Porque, a pesar de que aunque la mona se vista de seda, en mona se queda, este simio es mucho más que un primate Chita ha sido parte de la infancia de todos, y quién sabe qué tipo de cotilleos  entre Tarzán y Jane puede ahora desvelarnos este, intuyo, anciano pariente lejano de nuestro querido Copito.

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